Movilización frente al McDonald’s
Al grito de “no a la represión sindical”, trabajadores de McDonald’s Estación se
han concentrado el último 12 de diciembre frente a la nueva franquicia de la multinacional, en el
Zaidín, para protestar contra la “discriminación laboral” que, al
parecer, sufren los afiliados a CCOO y exigir la readmisión de un
delegado sindical despedido recientemente en el restaurante de la Zona
Norte.
Si ayer la Iglesia bendecía la inauguración del establecimiento de comida rápida, situado en la zona del Palacio de Deportes,
hoy el lugar del cura y el agua bendita lo ocupaban empleados de la
multinacional para mostrar su rechazo a la faceta menos divina de la
compañía: la política laboral de sus franquicias, en concreto, la
situada en la zona de la estación de autobuses.
Aunque este establecimiento no lo regenta la misma persona que el del
Zaidín, los empleados han decidido movilizarse, aprovechando su
apertura, para denunciar que “cada franquiciado hace lo que quiere en
materia laboral -de hecho cada restaurante tiene sus propios convenios
colectivos-, mientras McDonald’s mira hacia otro lado”, cuenta Alejandro García, al que han despedido “del situado en la estación de autobuses por tercera vez, la última siendo delegado sindical”.
Según explica, en las dos ocasiones anteriores logró llegar a un
acuerdo con la empresa, que “finalmente declaró nulos” ambos ceses “sin
que se llegara a celebrar juicio” alguno. Ahora, en cambio, han alegado
“despido disciplinario” para dejarlo en la calle, añade. A su entender,
detrás de la rescisión de su contrato se oculta la “aversión de la
franquicia -regentada por Coraesgra Estación S.L- al movimiento sindical”.
“Después de celebrar elecciones sindicales en McDonald’s Estación
hubo 15 despidos de trabajadores de CCOO”, cuenta García al respecto.
Pese a la “oposición” de la dirección, la sección sindical echó a andar y
“ha logrado importantes mejoras laborales”, como el aumento de los
puestos indefinidos -del 20 al 90%- o la aplicación del convenio en
materia laboral, sostiene el ex trabajador, al que precedieron “otros
dos compañeros en 2011″.
“Mi despido es una muestra más de la represión sindical que sufre la
plantilla de McDonald’s. De hecho, la inspección laboral sancionó a la
empresa por discriminación de un afiliado al que no daba las horas de
trabajo que le correspondían”, criticó García.
Para mostrar su rechazo a “la política antisindical” de la
franquicia, así como su “falta de respeto a los derechos laborales”, los
trabajadores iniciarán un calendario de movilizaciones “aún por
definir”, anunció.
Su intención es que este empleado recupere su puesto y que McDonald’s
abandone su silencio ante las posibles “arbitrariedades laborales de
sus franquicias”. Así lo han reclamado en la entrada del nuevo
restaurante de la cadena, donde han coreado distintas consignas contra
la represión sindical. “Los malos currantes agachan la cabeza y los
buenos, luchan, luchan, luchan”, han gritado, arropados por otros
trabajadores granadinos que sufren conflictos laborales y que han
decidido agruparse en una asamblea interprofesional.
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